Alcachofeas

 Duda existencial de turno: ¿Por qué a casi todos de pequeños el mayor castigo en la mesa era que te pusieran para comer alcachofas?  Yo recuerdo que casi era una sentencia condenatoria. Y no las has llegado a probar, pero sabes que no te van a gustar, porque era ya 'vox populi' que eso de que te pusieran alcachofas en el plato era una especie de castigo por no haberte portado bien o algo así y acababas pensando: qué habré hecho yo para merecer esto... Y en las típicas preguntas-encuesta que te hacían al estilo qué plato no te gusta, la mayoría coincidíamos que las alcachofas (y al que le gustaban se le miraba raro).
 Observabas el plato -lo olfateas incluso- y ya empezabas a poner gestos y muecas raras de asco. Era entonces cuando llegaba la parte de "Si no te las comes te meto interna en el colegio". En mi caso eso daba auténtico pavor, porque mi colegio tenía internado y lo veías como muy posible tal enunciado. Y eso de verse todo el día en el colegio 'no mola'. Y les coges todavía más manía a las alcachofas porque ya las relacionas con algo malo: alcachofas-internado (por entonces no hacía falta ver Supernanny para imponer orden en casa).
 Tampoco hace falta remontarse tanto, la verdad sea dicha no suelen ser un plato santo de devoción de nadie.Ya de por sí el nombre te resulta bastante 'amorfo': ALCACHOFA. Al parecer, el nombre se tomó por una muchacha a la que sedujo Zeus y que después la transformó en la planta que todos conocemos. Caprichos extraños de los dioses, porque la alcachofa procede de la familia de los cardos, y creo que hoy en día ya todos sabemos lo que significa que te denominen 'cardo'....
 Y es que a las alcachofas se les coge manía. Hace relativamente poco se puso de moda por eso de "la dieta de la alcachofa", se convirtió en la estrella de las dietas (hoy en día creo que la ha desbancado la dieta Dunkan)  y es que eso de que encima te la impongan en una dieta, que ya de por sí a nadie le gusta verse en tal estado, creo que sólo ha servido para cogerle más manía aún si cabe (donde se ponga un buen chuletón, o unos huevos fritos con chorizo, morcilla y tocino...). Sinceramente de nada sirve atiborrarse a alcachofas porque no es un milagro quema-grasas; simplemente ayuda a digerirlas. ¡Ejercicio, señores! eso es lo que quema grasas.
 Cosas de la vida hoy en día me gustan las alcachofas e incluso a veces se me antojan y tampoco las veo tan feas. Y es que en esta tierra que me ha visto crecer llamada Navarra, crecen unas exquisitas (las que tienen fama son las de Tudela).Y reconozco que no es que sea una verdura con un sabor fácil de definir; es un sabor de estos que te cuesta explicarlo, que simplemente dices: 'sabe a alcachofa'. Pero para eso existe el jamón, para acompañarlas; que como he dicho siempre, nunca he conocido a alguien que después de haber probado el jamón no le haya gustado (si vale, al tío de una amiga mía, pero es que yo no tengo el gusto de conocerle todavía)A estas alturas de la historia ya os podréis estar imaginando qué tengo para comer ¿no? pues eso....Que aproveche.

6 comentarios:

Nicky dijo...

en mi internado no recuerdo que las pusieran jamás en tres años.... por lo que supongo que sí debía de ser vox populi el aspecto castigador de las alcachofas. Además en nuestro caso hubiese sido particularmente cruel, porque seguían la política de que si no comías algo, no te lo podías saltar, simplemente no podías comer nada más hasta que te comieras aquello que fuera que no te gustaba. A la hora de cenar, si no te lo habías comido al mediodía, te lo volvían a poner y así hasta que te lo comieras. (Hubo uno que estuvo hasta dos días con un plato de espinacas). Así que imagínate lo que hubiera sido de haber puesto alcachofas.
Y otra cosa que me traen a la memoria las alcachofas es un anuncio que hacía José Bódalo hace muuuuchos años de una bebida de alcachofa que se llamaba Calisay... pero eso ya es otra historia.

Mar Morales Cubillo dijo...

"Etiquetaban" los platos con el nombre de cada uno? Jajaja. Yo la única vez que comí fuera de casa de pequeña así estilo internado fue en el campamento, y el primer día aprendimos a camuflar el puré de patatas que nos pusieron de cena. A nadie le gustaba, no te dejaban ir a la cama sin haber terminado el plato-bandeja de compartimentos varios. Imagínate cómo sería dicho puré de patatas, pero como fue algo generalizado (y creo que las mismas monjas y monitores no terminaron su propio plato) nunca más volvieron a servir el puré de patatas

Nicky dijo...

sí, el puré de patatas cuando no era bueno, era incomestible.... en el caso de mi internado tuvimos suerte. Se podía comer, aunque no todos pensábamos lo mismo... jajaja

Mar Morales Cubillo dijo...

Nunca como el puré cuando lo hago; de hecho pocas veces lo hago... pero yo lo hago bueno, natural, no ese de sobre de fécula de patata...... No es lo mismo, no. Mi otro trauma fueron una berenjenas en vinagre (eso ya sí, en casa). Todavía tengo en la mente la imagen de mi madre toda enojada, y yo llorando con el bote de berenjenas al lado porque no las quería ni probar

Nicky dijo...

Pues yo no recuerdo ninguna otra cosa, quitando las alcachofas, que no me gustara, sin embargo sí recuerdo el caso contrario: me encantaban las chufas y la horchata..... hasta que un verano cuando era pequeño y estando de vacaciones en Torrevieja (creo), me cogí un empacho de horchata y por la noche la vomité toda... desde entonces no puedo ni olerla porque me pongo malo.... sin embargo alcachofas a día de hoy sí que tomo (bueno, más bien corazones de alcachofa, por comodidad)

Mar Morales Cubillo dijo...

A mi ese empacho me pasó con los cacahuetes... Pero se retoma el vicio, eso sí, con moderación... jajajaja